Este verano me he dedicado a leer y releer, entre otras cosas, las lecturas obligatorias de la materia de Literatura española de modalidad, por aquello de ir adelantando trabajo para el curso.
Una que no he releído, sino leído, pues no lo había hecho nunca, ha sido, Los Pazos de Ulloa, de Emilia Pardo Bazán.
Lo que más me ha sorprendido de la obra no es que sea una pieza novelesca magnífica, bien construida y estructurada, con una técnica que nos mantiene en vilo desde el principio al final, cosa que, teniendo en cuenta que el tema y la ambientación (la historia de la familia de una casa señorial en la Galicia rural de mediados del s.XIX) pueden resultar poco atractivos al lector moderno, tiene su mérito.
Me ha llamado la atención poderosamente los múltiples puntos en común con la obra de otro gallego, seguramente mucho más universal que doña Pardo Bazán. Me estoy refiriendo a Las Comedias Bárbaras de Valle-Inclán.
Cito de mémoria, pues no he vuelto a releer la trilogía valleinclanesca, y encuentro así, de entrada, los siguientes puntos en común:
- Sabel, el nombre de la barragana del señor, en ambas obras.
- La corte de pobres en la cocina de don Pedro, y la corte de mendigos de las Comedias.
- La animalización que hace la Pardo Bazán de algunos personajes, precedente del esperpento.
- El propio tema de la decadencia del mayorazgo como institución en la Galicia rural.
- La soberbia de ambos protagonistas masculinos, Ulloa y Montenegro.
- ...
Estaba pensando que sería un buen tema para un artículo, comparar ambas obras, cuando caí que seguramente lo habría hecho alguien ya. Me puse a "guglear" y, nada, el artículo no apareció. Surgieron otras preguntas. ¿Qué está ocurriendo con todas las revistas especializadas, editadas antes de la era digital? ¿Se están digitalizando sus fondos? ¿O sus contenidos están relegados al olvido? Y si se están digitalizando, ¿por qué no se encuentran las citas en los buscadores?
La respuesta medio me la sospechaba, cuando vino a corraborármela mi amigo Óscar de la Cruz, antiguo compañero de estudios, profesor del Departamento de Clásicas de la UAB. Según me explica Óscar, estas revistas tan valiosas han sido digitalizadas, y sus fondos se pueden consultar on line. Lo que ocurre es que la base de datos de los índices (sin la cual es imposible encontrar la información) es "alquilada" a la universidad, y ésta la ofrece a sus estudiantes en la intranet, bajo nombre de usuario y contraseña.
Entiendo yo que la edición de libros y revistas es un negocio, y entiendo (no comparto) que los editores quieran cobrar por cada vez que se consulten los contenidos de sus obras. Pero, ¡el índice! ¡Por favor! A estos lo de Creative Commons les debe sonar a idioma pikachu.
Total, que me imaginaba yo al bibliotecario ciego del Nombre de la Rosa. Si se hubiese esperado unos siglos de nada, no hubiese tenido que matar a todo el que osaba leer la Poética de Aristóteles. ¡Sólo se trataba de cobrar por ello!
Comentarios
De todas formas, hoy he visto la lista, y sólo de pensar en el esfuerzo que supone preparar la asignatura para sólo cinco alumnos y un año o dos de vigencia de las lecturas... me hace replantearme muchas cosas. La literatura en bachillerato (al menos en Cataluña) es una patata caliente, uy, perdón una hotpotatoe.