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Mostrando entradas de marzo, 2008

Lloro y no sé por qué lloro

"Lloro y no sé por qué lloro, si es de alegría o de pena, Semana Santa en Sevilla, Semana Santa en mi tierra (...)" Así comienza una de las saetas que más me sobrecogía en mi infancia. Y que conste que en el pueblo de mis padres es difícil quedarse con una sola melodía, de un solo saetero, porque la proporción de saeteros por habitante debe de ser de las más altas de Andalucía. Acabo de volver de casi diez días de desconexión total, sin trabajo, sin Internet, casi sin teléfono (dichosos móviles). Pero de lo que acabo de regresar, es, en realidad de una vuelta a la tradición más arraigada de mi familia: Salir en procesión el Viernes Santo por la mañana, acompañando a la Virgen de los Dolores de Sierra de Yeguas. Hacía años, los que tiene mi hijo, que no me vestía de penitente, cita a la que había acudido puntualmente desde que nací. Pero por muy racional que se quiera volver una con los años, por mucho que se quiera prescindir del más allá, puesto que con el más acá nos sobra

La inovación educativa

El pasado miércoles 12 de marzo, Yolanda Sediles y yo acompañamos a Núria Reichardt a una Jornada sobre Innovación Educativa, que se celebraba en Girona. Se trataba de un encuentro de representantes de centros educativos de toda la provincia para poner en común los proyectos que cada uno estaba realizando. Núria presentaba su proyecto Puntedu de fomento a la lectura, y de paso Yolanda y yo asomábamos la nariz en los de otros centros, yo concretamente en los de TIC. Pero esto solamente no hubiese dado para un post, a no ser porque la primera parte de la Jornada consistía en una conferencia de Jaume Carbonell , director de la revista Cuadernos de Pedagogía , titulada: "Metodologías docentes e innovación educativa". No pretendo hacer aquí un resumen exhaustivo de lo que fue la charla, sólo destacaré algunas frases que me parecieron especialmente reveladoras, u otras con las que estábamos tan de acuerdo que, mirando de reojo a mis compañeras constataba que iban asintiendo con l

Tras los pasos del Cid Campeador

Este año tengo la suerte de tener unos alumnos de primero de ESO de esos con los que da gusto pasar el rato, pues se animan hasta con la música del telediario. Este segundo trimestre, además de la común de lengua castellana, he impartido una optativa en la que se trataba de enseñarles las estrategias para buscar, recopilar, resumir información, y con ella elaborar un trabajo académico. El tema tenía que tener, obligatoriamente, algo que ver con El Cid. Me gustaría hablar de la experiencia de este trabajo en grupo, pero lo dejo para otro post, porque lo que os quiero enseñar hoy es otra cosa. La idea nació por casualidad. Una mala temporización hizo que me sobraran dos semanas del trimestre. Se lo planteé a ellos y les pregunté que qué les apetecía hacer ese tiempo. Respuesta previsible: "Jugar". Yo les contesté: "¡Vale, jugamos! Pero tiene que ser algún juego relacionado con el Cid". Y un alumno me preguntó: "¿No hay ningún juego, tipo Monopoly, pero del C