La blogosfera está que arde. Éramos pocos, y nos parió el Congreso . Si ya me costaba robarle horas al sueño el pasearme con nocturnidad y alevosía por los blogs de mis "amigos blogueros", imaginaos lo que es intentar seguir los hilos de discusión tan interesantes que se están dando tanto en la web oficial del Congreso como en la red social paralela, Internet en el Aula en Ning . Pero hay un tema que creo que nos afecta especialmente, a todos los que publicamos altruistamente nuestras experiencias, nuestros trabajos, nuestros materiales. El del reconocimiento oficial de estas publicaciones. Es cierto que por la red podemos encontrar cientos, miles de páginas personales, cada una de su padre o de su madre, y que no todas tienen la misma calidad. Pero es increíble e inaceptable que cuente como publicación a la hora de baremar méritos un articulillo chorras en la revista de un sindicato (con todos mis respetos por la labor de los sindicatos) y que no cuente, nada de nada, por e
Blog de Lengua, Literatura, Pedagogía Sistémica, terapia sistémica y constelaciones familiares.